Por Paula Román
Los videojuegos desde hace un par de generaciones se han ido convirtiendo en uno de los hobbys más importantes en una generación volcada cada vez más en lo que comienza a conocerse como cibercultura. 
Nosotros nos acordamos que de pequeños sacaron la Play 1 y jugábamos a juegos como Crash Bandicoot, Lara croft o Tekken (mis favoritos). Empezó la generación de crecer junto a los videojuegos como un pasatiempo, pero ahora cada vez más, gracias a las innovaciones tecnológicas y a la sociedad en la que nos encontramos, que cada vez el mundo digital gana al material, los videojuegos innovan para abrirnos paso al mundo de lo virtual y tener un contacto más real con los juegos, con sus personajes, sus historias y sus pruebas. Creando una especie de realidad virtual donde su legitimación cultural es la interactividad en el que puedes tener nuevas experiencias, crecer y desarrollarse con estos nuevos hobbys.
Por ejemplo, XBOX el año pasado lanzó el programa Project natal o Kinect, un nuevo sistema de control de juegos en el que usamos nuestro cuerpo y voz para jugar, es decir no necesitamos mandos, nosotros mismos somos los que controlamos el juego y el avatar, a través ¡una interfaz natural de usuario que reconoce gestos, comandos de voz y objetos e imágenes. Es el futuro de los videojuegos. Os dejo el vídeo que la verdad es impresionante y yo cuando lo vi me dejo bastante impactada.
¿Que os a parecido? A qué mola. Pues este tipo de videojuegos van a introducirse dentro de poco en las casas donde los pequeños y los grandes pasaran su tiempo libre seguramente en el ordenador o en las videoconsolas, hay autores como Steven Johnson que piensan que suponen una experiencia que despierta nuestros sentidos, son un auténtico desafío a la complejidad intelectual resolviendo problemas y obstáculos. Otros por ejemplo, piensan todo lo contrario, que pueden volvernos tontos, asociales, adictos y confudir la realidad con la ficción. ¿Vosotros que efectos creéis que crean en esta nueva cultura?
cibercultural 