Por Miriam ortuño
Después del cine y los batidos de chocolate, lo que más me gusta en el mundo es la ilustración. De pequeña (y de no tan pequeña) me encantaban los cuentos. Sobre todo los que tenían muchos dibujos, ya que cuando todavía no sabía leer tenía que inventarme las historias a partir de las ilustraciones. Algunos de mis cuentos favoritos eran «El fantasma Cataplasma», «La niña del zurrón» y «El culete independiente«. Os animo a leerlos, porque yo me he reído más con ellos ahora que cuando era pequeña, sobre todo con el del culete. Cuando me hice mayor, mi padre se tomó la libertad de regalar los libros que habían marcado mi infancia y ya no los volví a ver. Por suerte, algún alma solidaria los ha colgado en Internet y he podido volver a leer las historias después de mucho tiempo.
En Internet existen muchas páginas de cuentos, blogs y talleres literarios que incitan a la lectura a los más pequeños. Algunas páginas resumen los argumentos de los clásicos y otros libros infantiles que podéis comprar en cualquier librería, otras se dedican a transcribir directamente los cuentos o a escribir historias inventadas. Para los que prefieran escucharlos, también existen webs de cuentacuentos repletas de archivos de audio. Os recomiendo a Tim Bowley, es mi cuentacuentos favorito. Leer es un placer, igual que escuchar una historia bien narrada. Aquí os dejo un blog muy curioso que busca las mil razones para leer, y una para no dejar nunca de hacerlo. ¡Escribe la tuya!
Navegando por los blogs también te puedes encontrar con el trabajo de ilustradores buenísimos. Muchos de ellos son profesionales, otros aficionados, pero todos lo hacen igual de bien. Estos son algunos de los que más me gustan, muchos son proyectos de estudiantes de Bellas Artes. Espero que os gusten tanto como a mí. Los artistas son Ricardo Cavolo, Amy Brown y Beccastadtlander, entre otros.
cibercultural 
Miriam no te exagero si te digo que he estado a punto de echarme a llorar. Me encantaba el cuento de «La niña del zurrón», mi tía me lo leía siempre que iba a su casa, finalmente me lo regaló. Y respecto a «Un culete independiente» no miento si digo que recuerdo como si fuera ahora la primera vez que lo cogí prestado en la biblioteca de mi cole. Me parece un gran iniciativa.
Un saludo.
Mónica Herráiz Parra.
Lo que más me ha llamado la atención de la entrada, es el cuento del ¿culete independiente? Nunca lo había escuchado, tiene un titulo muy gracioso y llamativo para los niños jeje. Internet está repleto de cuentos, historias, de blogs que cuentan historias… y en muchos casos buenas. Tengo un par de amigos con un blog donde van subiendo capítulos de historias o novelas que escriben, es una buena forma de difusión. Muy chulas las ilustraciones que has compartido, por cierto.
Un saludo
Alba Escrivà
Hola. Gracias a esta entrada he recordado el famoso capítulo 68 de Rayuela, de Julio Cortázar. Os dejo el link para que lo recuperéis los que ya lo conocíais, y para que -ojalá- os sorprenda a los que no sabíais de su existencia. Está escrito en glíglico y, en fin, calculo que no está destinado ni a adultos ni a pequeños, sino a todo el mundo que obtenga algún sentido o sensación tras leerlo.
Sirva a modo de regalo: http://es.wikipedia.org/wiki/Gl%C3%ADglico
Gracias y un cordial saludo.
Santi.